martes, 30 de octubre de 2012

Escuela de Deporte: Hockey sobre césped (Encuentro HOY)




Nutrición en el Hockey Césped




Recomendaciones de alimentación e hidratación 

Las necesidades de energía para los jugadores de hockey varían mucho en función del nivel de juego. En general, la alimentación de entrenamiento para un jugador de hockey tiene que ser sobre la base alimentos nutritivos ricos en carbohidratos y bajos en grasas (pastas, arroz, cereales, panes bajos en grasa, frutas, jugos exprimidos, licuados de frutas, vegetales, etc.), proporcionar un nivel moderado de proteínas (carnes magras, lácteos descremados) y moderar el consumo de productos menos nutritivos (azúcar, bebidas gaseosas, caramelos, productos de pastelería, etc.).
La carga e intensidad del entrenamiento y los partidos influyen en la cantidad de hidratos de carbono necesarios. El requerimiento habitual es de 5-8 g de carbohidratos por kg de peso corporal.
 El consumo regular de alimentos a base de hidratos de carbono como cereales para desayuno, panes bajos en grasa, galletitas bajas en grasas, pastas, arroz, polenta, frutas y también lácteos que aportan carbohidratos como yogur y leche, seleccionando los bajos en grasas, permitirá la reposición de los depósitos de glucógeno muscular. Para optimizar la recuperación los momentos más importantes son inmediatamente luego de los entrenamientos y partidos. Un partido de hockey puede no agotar las reservas de glucógeno de un jugador, pero si la dieta diaria no proporciona cantidades adecuadas de nutrientes puede ser difícil en un rendimiento óptimo.
En muchos casos mantener niveles bajos de grasa puede ser un problema especialmente durante la temporada baja, donde suele haber un desequilibrio energético cuando los niveles de actividad disminuyen. Esto puede ser resuelto con la disminución de la ingesta de energía durante este tiempo y manteniendo una actividad física recreativa o un entrenamiento físico específico.



Características del deporte, antes de entrenamiento 

y al momento de competir



El hockey sobre césped, es un deporte de equipo que se juega en un campo de césped artificial o pasto, dependiendo del nivel de competencia. El partido se juega con dos equipos, cada uno con diez jugadores en el campo y un arquero, el objetivo es meter goles en el arco del rival llevando y controlando la pelota con un palo de hockey (stick). El partido se juega en dos períodos de 35 minutos cada uno con un descanso de 5 a 10 minutos entre las mitades.
En el alto nivel de competencia, el entrenamiento y los torneos pueden desarrollarse durante la mayor parte del año. Habitualmente en verano se llevan a cabo los entrenamientos de pre-temporada con entrenamiento de la resistencia, fuerza, velocidad y el trabajos técnico-tácticos los cuales llevan la mayor parte del tiempo cuando se acerca la temporada momento en el que generalmente se incluyen también partidos amistosos. Durante la temporada habitualmente se entrena 4 veces por semana y se juega el fin de semana. Las sesiones de entrenamiento duran generalmente 1-2 horas con trabajos más intensos al principio de la semana y con menor intensidad hacia finales de la misma por la proximidad de la competencia. Sesiones de entrenamiento de resistencia, flexibilidad, velocidad, pueden formar parte de estas sesiones o incorporarse como entrenamiento adicional durante la semana.
En el alto nivel de competencia además de los partidos regionales los jugadores pueden participar en torneos a nivel nacional con varios partidos disputados en un corto período de tiempo, sumado a esto los viajes regulares y en el caso de los integrantes de la selección nacional deben cumplir con los compromisos en los torneos internacionales.
El partido se juega a un ritmo acelerado con sprints de alta intensidad, intercalados con movimientos de barrida de la pelota, dribbling (gambetas), pases y muchos cambios de dirección. 
Las características físicas de los jugadores de hockey varían mucho en tamaño y forma del cuerpo, pero todos requieren resistencia, fuerza, potencia, habilidad, agilidad y velocidad para el juego. Los niveles bajos de grasa corporal aportan una ventaja que ayuda a lograr una adecuada agilidad y velocidad. 
El hockey es un deporte de contacto, sin embargo las lesiones a menudo se producen por accidentes traumáticos con la pelota o con el palo, además de lesiones en las articulaciones y musculares. El alto nivel de gasto de energía, junto con la pérdida de líquidos y las lesiones, requiere estrategias inteligentes de nutrición e hidratación para optimizar el rendimiento.


Estilos de vida y alimentación de un jugador de Hockey

En muchos países el hockey es un deporte con un alto nivel de competencia pero no es profesional, la mayoría de los jugadores además de entrenar y jugar, tienen que trabajar a tiempo completo o estudiar. Esto implica un estilo de vida muy ocupado, que puede conducir a malos hábitos alimenticios. Aprender a seleccionar los alimentos, a leer las etiquetas de los alimentos, a preparar viandas y organizarse para realizar preparaciones caseras ayudará a los jugadores de hockey a recuperarse mejor luego de la actividad y minimizar los efectos de la fatiga.


Preparación antes y posterior a un partido.


A preparación y la recuperación luego de los partidos es importante para obtener el mejor rendimiento. En los torneos, cuando hay juegos todos los días, la recuperación llega a ser extremadamente importante para mantener los niveles de energía durante la duración del evento.

El consumo de una comida alta en carbohidratos y baja en grasa, 3 a 4 horas antes del juego y una adecuada ingesta de líquidos es una estrategia que ayuda a mantener los niveles de energía y la hidratación. Las opciones de comidas pre-partido incluyen pastas (las simples se digieren mejor) o arroz, con salsas livianas, poca cantidad de carne (siempre magra o pollo sin piel) y/o queso descremado, pan blanco bajo en grasa (francés o lactal). Además, 1 a 2 horas previas al partido se pueden consumir frutas (frescas o desecadas), barras de cereal, galletas bajas en grasa (vainillas, bay biscuits). Los líquidos adecuados para consumir son agua, bebidas deportivas, jugos y licuados de fruta. Si la ingesta previa no fue adecuada, los geles de carbohidratos y las bebidas deportivas son opciones de rápida digestión y que se pueden consumir en la última hora pre – partido.
Cuando los partidos y los torneos se llevan a cabo en un clima caluroso, la pérdida de líquidos puede ser muy importante. Las bebidas deportivas que aportan líquidos, sodio y carbohidratos son la opción adecuada para hidratarse, especialmente para los jugadores de medio campo que tienen el mayor requerimiento de carbohidratos y fluidos.
La recuperación luego de un juego requiere reponer los líquidos y electrolitos perdidos, reabastecer reservas de carbohidratos (glucógeno) y la reparación de daño muscular. Cuando se requiere una rápida recuperación, en las ocasiones que se juega un partido dentro de las siguientes 24 horas, se recomienda inmediatamente después del partido combinar alimentos y bebidas que proporcionen líquidos, carbohidratos y proteínas. Las opciones más apropiadas incluyen yogur, frutas, leche con azúcar, chocolatata, licuados, cereales, barras de cereales, bebidas deportivas, jugos de frutas, sándwich de atún o jamón natural y queso magro.


martes, 23 de octubre de 2012

Carga Física en el entrenamiento del hockey



Carga Física

En deportes de campo como el Hockey, el requerimiento de destreza y el estrés postural se superponen con la intensidad demandada por la actividad y su patrón de juego. Esto se acentúa en los jugadores a medida que conducen la pelota o la mueven en una postura semi-inclinada. Esta posición de flexión de columna ha sido descrita por Fox (1981) como una posición ergonómicamente errónea para la locomoción rápida ya que podría estar implicada en el riesgo de lesiones de espalda. De hecho, Cannon y James (1984) reportaron que durante un período de 4 años, el 8 % de los pacientes que se presentaban en la clínica por dolores de espalda eran jugadores de Hockey. Una encuesta realizada en los clubes de Hockey masculino en la región de Merseyside mostró que el 53 % de los que respondieron experimentaban dolor de columna lumbar (Reilly y Saeton, 1990). 200.27.73.13
Un efecto biológico del estrés postural durante el juego de Hockey y las prácticas, se da al nivel del disco intervertebral. La sobrecarga de compresión de los discos produce que pierdan altura, saliendo agua del disco cuándo la carga de compresión sobre el mismo excede la presión osmótica intersticial. El resultado es un cambio en la longitud corporal total, conocido como encogimiento, el cual puede medirse utilizando un estadiómetro de alta resolución (Troup et al, 1985). Reilly y Saeton (1990) investigaron el encogimiento inducido durante una prueba de 7 minutos mientras se conducía una pelota de Hockey en una cinta ergométrica a una velocidad de 8,5 km/h. Se observó que ocurría una tasa de pérdida de altura de 0.4 mm/min, la cual fue mayor que la reportada previamente para otras actividades físicas. La tasa de encogimiento fue casi 4 veces mayor que la observada en el pedestrismo, y cerca del doble de la observada en el entrenamiento en circuito de sobrecarga (Leatt et al, 1986). A pesar de que las compasiones no permiten períodos más largos de ejercicio en los experimentos con carrera y entrenamiento de sobrecarga, la indicación es que la sobrecarga espinal mientras se realizan “dribblings” es mayor que en la locomoción normal. También hay datos que indican que la realización de entrenamientos de fuerza para la espalda (Wilby et al, 1987) y de flexibilidad (Garbutt et al, 1990) puede tener un rol protector en la disminución del riesgo de lesiones en la espalda en los jugadores de Hockey. Los procedimientos de recuperación para descomprimir la columna, la inversión del cuerpo y la postura de Fowler, adoptados antes y después del ejercicio o durante los descansos, también podrían ayudar a este respecto (Leatt y col, 1985). Estos consejos se pueden aplicar tanto para jugadores varones como para mujeres. 200.27.73.13
Se ha mostrado que los jugadores corren más rápido en las superficies sintéticas que en el césped, en parte gracias a lo parejo de la superficie (Stanitski et al, 1984). Sin embargo, el césped absorbe 10 % más de energía, contribuyendo a un mayor efecto de amortiguación en cada impacto con el piso. Además, es más difícil realizar las vueltas en la superficie sintética (Malhotra et al, 1983). Por lo tanto, la superficie sintética puede tener un mayor riesgo de lesiones durante el juego de Hockey, Jamison y Lee (1989) compararon las estadísticas de lesiones durante el Campeonato Femenino de Australia en 1984, jugado en el césped, con las de la competencia del año siguiente desarrollada sobre una superficie Astroturf. Se observó que las lesiones en el tejido blando eran mas frecuentes durante el torneo realizado en la superficie Astroturf, y las lesiones articulares fueron más frecuentes en el césped. El total de las lesiones fue mayor en el Astroturf y esto llevó a los autores a recomendar que los jugadores tuvieran conocimiento de cómo las distintas superficies afectan su estilo de juego con el consiguiente riesgo de lesiones.

Figura 2. Tests de campo para la evaluación de la aptitud física o “fitness” de jugadoras de Hockey mujeres, incorporando “dribbling” ( de Reilly & Bretherton, 1986).2
http://www.g-se.com/a/779/fisiologia-aplicada-al-hockey-sobre-cesped/

Plan de entrenamiento Hockey

Entrenamiento 




Los datos acerca de los programas de entrenamiento más adecuados para el Hockey son escasos. Sin embargo el análisis de la literatura presentada en las secciones anteriores indica bastante claramente que hay una significativa contribución aeróbica al gasto energético en el Hockey sobre césped. Esto es evidente por los niveles de VO2máx alcanzados tanto por jugadores varones como mujeres (Reilly, 1990; Reilly y Bretherton, 1986; Rost, 1987; Withers et al, 1977) Por lo tanto, el entrenamiento debe reflejar la alta demanda aeróbica del juego de élite con gran énfasis en el desarrollo de la capacidad aeróbica. El aumento de la velocidad de movimiento requerido por la superficies sintéticas indicaría que la mayor parte del entrenamiento aeróbico necesita llevarse a cabo sobre distancias más cortas (5 a 9 km) a un ritmo elevado, o utilizando entrenamiento intervalado con repeticiones de 800 a 400 metros de alta intensidad. Cheetham y Williams (1987) observaron un incremento de 2.1 mL/kg/min en el VO2máx, luego de un programa de 6 semanas de 2 carreras rápidas (5 a 9 km) y dos sesiones de entrenamiento fraccionado (30 a 300 metros) por semana. 200.27.73.13
Además de la alta potencia aeróbica, el jugador de Hockey de élite también debe poseer una potencia anaeróbica significativa. El juego requiere esfuerzos frecuentes y de alta intensidad comprendiendo movimientos de aceleración y desaceleración, y giros. Por lo tanto una alta potencia máxima en las piernas es una parte importante del perfil fisiológico del jugador de alto nivel. Desafortunadamente, no se disponen de datos específicos sobre la efectividad de los entrenamientos de esprint para mejorar el tiempo de carrera. Sin embargo se ha observado que los jugadores varones de Hockey tienen perfiles similares de potencia de piernas que los futbolistas (Withers et al, 1977). Por eso, es probable que los programas de entrenamiento de velocidad, exitosamente utilizados por los futbolistas, sean también beneficiosos para los jugadores de Hockey. A éste respecto se ha observado que el uso de esprints cortos (30 metros), con partidas explosivas máximas más una relación trabajo:pausa de 1:5 mejoró la velocidad de carrera en futbolistas varones (Apor, 1988). Es probable que este estilo de entrenamiento también sea beneficioso para los jugadores de Hockey.

Gasto calórico 

La intensidad del programa de entrenamiento de los deportistas de élite está reflejada por los valores extraordinariamente elevados del gasto calórico diario. La ingestas calóricas de ciclistas, corredores de fondo, y lanzadores de bala podrían alcanzar 30 MJ/día (7000 kcal/día) para reponer los combustibles. Grafe (1971) consideró que una ingesta diaria de 23 MJ (5.600 kcal) era una provisión satisfactoria para los jugadores de Hockey sobre césped. Esta se refería a jugadores varones, e ingesta similares fueron aconsejadas para jugadores de Básquetbol y de Handbol. En vista de los programas de entrenamiento relativamente moderados de los jugadores en ese momento, estos valores pueden haber sobrestimado los requerimientos reales. 200.27.73.13
Valores más recientes dan una ingesta calórica real de 181 kJ/kg/día para jugadores varones de Hockey de élite. Para un individuo de 75 kg esto suma solamente 13.6 MJ (3.250 kcal). El valor fue inferior que para jugadores de Fútbol (192 kJ/kg/día) y de Waterpolo (194 kJ/kg/día). Los valores para las jugadoras fueron de 145 kJ/kg/día o 8.7 MJ (2.080 kcal) para una persona de 60 kg (Erp-Baart et al, 1989). Este valor fue levemente superior al observado en las jugadoras de Voleibol (140 kJ/kg/día) y de Handbol (142 kJ/kg/día). Estos valores fueron derivados a partir de encuestas alimentarias durante 4 a 7 días. Se ha reconocido que tales encuestas, a menudo, subestiman los requerimientos calóricos (Westerterp y Saris, 1991). 200.27.73.13
Los perfiles de actividad durante un período de 70 minutos no sugieren que las reservas de glucógeno muscular en los músculos de las piernas se vacíen al final del partido. En consecuencia, no parecen necesarios los protocolos de sobrecarga glucogénica como los utilizados en eventos de resistencia. Se puede hacer una excepción en el caso de competencias frecuentes durante torneos de Hockey, o después de sesiones de entrenamiento prolongado en campamentos deportivos. En éste caso, una dieta rica en carbohidratos para la reposición de las reservas glucogénicas resguardaría el hecho de comenzar competencias subsiguientes con inadecuadas reservas energéticas.


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Fisiología aplicada al hockey cesped




Perfiles de actitud física : Hockey Femenino
Antropometría20
El físico de las jugadoras de Hockey tiende a tener un perfil de somatotipo 3.5 / 4.0 / 2.5 (Bale y Mc Naught-Davis, 1983; Reilly y Bretherton, 1986; Willsmore, 1987). Scott (1991) observó un somatotipo más definido 3.2 / 4.4 / 2.4 en jugadoras africanas. Un físico con más masa muscular es beneficioso en muchos aspectos del juego como tackes y golpes con dos manos. Las jugadoras tuvieron un ectomorfismo bajo; Reilly y Bretherton (1986) demostraron una desventaja específica del físico lineal, reportando una correlación negativa entre el ectomorfismo y la precisión en un test basado en destrezas de Hockey. Las jugadoras de Hockey, por lo general, son más endomórficas que las corredoras de fondo de un nivel competitivo similar, observación que también está reflejada en las estimaciones de la composición corporal.200.27.73.13
Se reportaron porcentajes grasos para jugadoras de nivel nacional del 25.1 % (Johnston y Watson, 1968) y 25.3 % (Withers y Roberts, 1981). Estos valores son cercanos a los reportados para la población general de edad similar. Reilly et al (1985) reportaron un valor del 25.8 % para el equipo nacional de Gales (Tabla 1), mientras que se observaron valores de 23.0 ± 1.9 y 22.9 ± 2.9 en jugadoras inglesas de élite y de nivel regional, respectivamente (Reilly y Bretherton, 1986). Withers et al (1987 a) registraron un promedio del 20.2 % para jugadoras australianas. El estudio de revisión de Reilly y Secher (1990) reportó una dispersión de valores medios en la literatura para jugadoras de Hockey de entre el 16% y el 26 %. Los valores más bajos podrían observarse en los niveles más altos de juego, ya que se alcanza la máxima aptitud física en torneos internacionales. Ready y Van der Merwe (1986) al evaluar 18 deportistas del equipo Olímpico de Canadá, en el año de los Juegos Olímpicos de los Angeles, observaron que el porcentaje promedio de grasa corporal disminuyó del 18.9 al 15.7 % durante el período de investigación.200.27.73.13
A pesar de que la estatura no es necesariamente una predisposición para el Hockey de alto nivel, los valores promedio tienden a estar en el rango de 162 a 165 cm. Esto es más alto que los valores medios para esquiadoras de cross country, esquiadoras alpinas y gimnastas, pero menor que los valores medios de lanzadoras de bala, y jugadoras de Sóftbol (Reilly y Secher, 1980). Los valores promedio de peso corporal en el rango de 58.0 a 62.9 kg muestran que las jugadoras son más pesadas que las esquiadoras, pero más livianas que las pentatletas (ahora heptatletas) y jugadoras de sóftbol. Aparentemente, las jugadoras de Hockey tienden a tener un tamaño corporal y una masa muscular moderados, adecuados para la competencia intensa. Excepciones a éstas tendencias fueron los equipos asiáticos (en particular de la India y Malasia); el peso promedio de las 23 jugadoras del equipo Hindú estudiadas por Verma et al (1979) fue de 51,0 kg, siendo las arqueras y zagueras las de más peso, y las delanteras y mediocampistas las más livianas.200.27.73.13

Tabla 1. 
Datos antropométricos de equipos antropométricos nacionales de Hockey femenino. Los valores representan las medias ± DE200.27.73.13
Rendimiento Múscular

Las cifras revisadas por Reilly y Secher (1990) mostraron la alta potencia anaeróbica de las jugadoras de Hockey, en comparación con jugadoras de otros deportes. El rendimiento promedio en la carrera en escalera (955 W) fue superior a jugadoras de sóftbol, o esquiadoras de cross contry. Cuando se corrigió por el peso corporal, el rendimiento de las jugadoras de Hockey fue 3.7 W/kg, mejor que el de las jugadoras de netbol. El beneficio de una elevada potencia anaeróbica se hace evidente cando se considera las frecuentes demandas para cambiar de ritmo y dirección en un contexto de juego. De hecho, Reilly y Bretherton (1986) reportaron que la potencia anaeróbica era útil para discriminar entre jugadoras de élite y de nivel regional. En éste estudio, las jugadoras de élite también fueron superiores a las de nivel regional en el salto en largo desde posición de parado (200 ± 18 vs 180 ±17 cm), salto vertical (40.3 ± 6.0 vs 36.6 ± 4.2 cm), y velocidad vertical en el test de escalera (1.39 ± 0.13 vs 1.25 ± 0.10 m/s). También hubo diferencias en los valores de fuerza de los extensores de la rodilla (98.0 ± 26.6 vs 89.8 ± 15.4 kg) y fuerza de prensión de la mano izquierda (35.1 ± 5.9 vs 33.0 ± 3.5 kg) y derecha (38.2 ± 3.9 vs 35.2 ± 4.3 kg).200.27.73.13
Los análisis de los componentes principales de los datos de aptitud física en 24 jugadores de Hockey identificaron componentes relacionados con la potencia anaeróbica y la velocidad de “dribbling”, los cuales estuvieron significativamente correlacionados (r = 0.694). El componente de velocidad de “dribbling” incorporó un esprint de 50 yardas (45.5 metros) y una carrera de 60 yardas (54.6 metros) en forma de T (Reilly y Bretherton, 1986). Se observó que la velocidad de “dribbling” era diferente en los distintos niveles de juego, indicando que “dribblear” con la pelota a velocidad es importante en el Hockey. La relación con el tiempo de carrera sugiere que la capacidad de esprint es necesaria para ejecutar las destrezas de “dribbling” a velocidad. 200.27.73.13
En vista de una gran masa muscular comprometida en el Hockey, la evaluación de la fuerza debe comprender mediciones de múltiples grupos musculares. Strauss et al (1986) estudiaron a 17 miembros del Instituto Australiano de Hockey Femenino utilizando un dinamómetro isocinético (Kin-Com). Se calcularon los cocientes entre flexión y extensión de rodilla para las extremidades dominantes y no dominantes, durante acciones concéntricas y excéntricas a velocidades bajas (60 grados/s). Los cocientes promedios variaron entre 0.55 y 0.61 y no difirieron significativamente entre las dos extremidades, el modo, o la velocidad de contracción muscular. Los cocientes para la fuerza de los supinadores y pronadores del antebrazo (calculados a partir de los valores promedio de potencia, y también por el torque a un ángulo articular constante) fueron mucho más variables, dependiendo del lado del cuerpo y del procedimiento de cálculo. Si bien el cociente flexores-extensores puede ser útil para examinar la musculatura de las piernas para un desarrollo balanceado de la fuerza en jugadoras de Hockey, no se puede decir lo mismo para la musculatura del antebrazo.200.27.73.13
Factores aeróbicos

Por lo general, se considera el máximo consumo de oxígeno ( VO2máx) como el mejor indicador de la potencia aeróbica máxima. El promedio de VO2máx de jugadoras de Hockey de élite varía de 45 a 59 mL/kg/min (Reilly y Secher, 1990) (Tabla 2). Esto es comparable a los valores reportados para jugadoras de “Lacrosse”, pero inferior al rango determinado para esquiadoras de cross country. Las jugadoras internacionales de Sóftbol tienden a tener valores más bajos que las jugadoras de Hockey.200.27.73.13
Las jugadoras inglesas de élite tuvieron valores medios de 46 ± 9 mL/kg/min, los cuales las distinguieron de las jugadoras regionales que tuvieron valores promedio de 41 ± 6 mL/kg/min (Reilly y Bretherton, 1896). Estas cifras fueron estimadas a partir de la respuesta de la frecuencia cardiaca a un test submáximo en bicicleta ergométrica. Jugadoras internacionales de EE.UU. (Zeldis et al, 1978) y de Australia (Wither y Roberts, 1981) tuvieron valores promedios de 50 mL/kg/min. 200.27.73.13
A pesar de que el VO2máx es responsable de producir un efecto en el entrenamiento, la magnitud de la mejoría está solamente en el orden del 25 al 30 % (Astrand y Rodahl, 1986). De cualquier manera, éste rango podría ser responsable de la dispersión de valores reportados para jugadoras de élite, reflejando la fase de la temporada competitiva y el nivel de entrenamiento de los jugadores. El estudio del equipo Olímpico de Canadá en el año de los juegos de Los Ángeles mostró que el VO2 mejoró en éste tiempo de 52.7 ± 6.0 a 55.7 ± 4.5, y finalmente a 59.3 ± 4.1 mL/kg/min, justo antes de la competencia. Los mayores valores reportados durante los períodos de entrenamiento pico podría atribuirse, en parte, a la disminución de la grasa corporal gracias al entrenamiento y a la expresión de la potencia aeróbica en relación al peso corporal. En el transcurso del año hacia los Juegos de Los Angeles el porcentaje promedio de grasa corporal disminuyó de 18.9 a 15.7 %. Este factor por sí solo sería responsable del 25 % del cambio reportado en el VO2máx. 200.27.73.13
Normalmente, la intensificación del programa de entrenamiento de los jugadores de Hockey comprende la superposición de ejercicios específicos sobre el régimen normal. El VO2máx promedio de jugadoras galesas internacionales fue de 54 mL/kg/min en las primeras etapas de planificación para el torneo Intercontinental (Reilly et al, 1985). El equipo tenía una buena base de partidos y de resistencia, y un entrenamiento general de la aptitud física en los dos meses previos a la evaluación, que se realizó 3 meses antes del torneo. A partir de entonces el programa de entrenamiento se planificó de manera tal de mantener este nivel de capacidad aeróbica, pero introdujo elementos de entrenamiento de velocidad. Cuando se evaluó en el mes de la competencia, no se observaron cambios en el VO2máx, el VEmáx, el porcentaje de grasa corporal, el umbral ventilatorio, y la capacidad anaeróbica. Se observaron aumentos significativos en la flexibilidad y en la velocidad de esprint. La conclusión fue que la flexibilidad y la potencia anaeróbica pueden ser mejoradas en la preparación para una competencia importante, sin efectos perjudiciales sobre la capacidad aeróbica. 200.27.73.13
Cheetham y Williams (1987) observaron resultados similares en jugadoras inglesas de nivel regional. Las jugadoras completaron 6 semanas de entrenamiento de alta intensidad que incluía 4 o 5 sesiones por semana (2 carreras rápidas entre 5 y 9 km aproximadamente, 2 sesiones de entrenamiento intervalado que incluía carreras repetidas de 30 a 300 metros, y al menos 1 sesión de entrenamiento en circuito), además de sus compromisos normales en Hockey de 1 o 2 sesiones técnico-prácticas y 1 o 2 partidos por semana. El aumento en el VO2máx fue pequeño de 50.1 ± 4.1 a 52.2 ± 3.7 mL/kg/min. Estas cifras se comparan con los valores de 43.9 ± 2.5 y 44.9 ± 2.7 mL/kg/min para jugadoras de clubes evaluadas en los mismos momentos, pero que no realizaron el entrenamiento complementario. Se observó que los factores aeróbicos, más que los anaeróbicos se distinguen entre los dos niveles de juego. Los niveles máximos de lactato sanguíneo medidos 5 minutos después de un sprint de 30 segundos al máximo en cinta ergométrica fueron similares: 15.4 ± 2.2 y 14.9 ± 1.7 mmol/l para las jugadoras de nivel regional y de club, respectivamente. 200.27.73.13
La predominancia de los factores aeróbicos en el desarrollo fisiológico de las jugadoras de Hockey es sugerida además, por los resultados de los estudios con biopsias musculares. Prince et al (1977) observaron que las jugadoras universitarias tenían una proporción significativamente mayor de fibras musculares rápidas y lentas que los controles. No se pudo establecer el grado al cual esta tendencia se debió a la genética o al entrenamiento. 200.27.73.13
También se han reportado datos de la función pulmonar y cardíaca de las jugadoras de Hockey. La capacidad vital de las jugadoras estudiadas por Reilly y Bretherton (1986) fue del 17.6 y del 16% mejor que los valores normales par la edad, sexo, y tamaño corporal de los equipos de élite y regional, respectivamente. Los valores correspondientes para FEV 1s fueron 14 y 13 % mayores de lo esperado. La mayor ventilación minuto máxima (VEmáx.) medida en el equipo canadiense (Ready y Van der Merwe, 1986) fue justo antes del torneo Olímpico, cuando se alcanzó un promedio de 96.4 ± 10.7 L/min. Las frecuencias cardíacas máximas fueron de 195 ± 9 latidos/min. El VEmáx promedio del equipo de Gales (Reilly et al, 1985) fue de 100.3 ± 19.2 L/min. La frecuencia cardíaca máxima para todas las muestras de jugadoras inglesas (élite y regional) estudiadas por Reilly y Bretherton (1986) fue de 192 ± 7 latidos/min, valor cercano a los de la población general. 200.27.73.13
El umbral ventilatorio indica el punto en el cual en un test de esfuerzo progresivo la ventilación (VE) aumenta desproporcionadamente con respecto al aumento en el consumo de oxígeno VO2. Se supone que esto representa el límite superior aproximado al cual se puede mantener un ejercicio aeróbico. El umbral ventilatorio medido en las jugadoras galesas de nivel internacional fue de un 76.8 ± 6.6% del VO2máx (Reilly et al, 1985). Se cree que este valor representa un buen nivel de entrenamiento. 200.27.73.13
Como medición de la resistencia submáxima se ha utilizado convencionalmente la capacidad de esfuerzo físico (CEF170 o PWC170) a una frecuencia cardíaca de 170 latidos/min. Se observó que la CEF170 del equipo inglés de élite fue de 2.3 W/kg, en comparación con 2.0 W/kg para las jugadoras de nivel regional (Reilly y Bretherton, 1986). Los valores medios de la CEF170 fueron casi 24 % mayores en el equipo de alto nivel que en mujeres sedentarias (Davies y Daggett, 1977). El promedio para las jugadoras galesas fue de 2.87 % W/kg, registrado después de haber tenido una buena base de partidos y entrenamientos. Aparentemente la capacidad aeróbica influye sobre el estándar de juego de las jugadoras de Hockey, por lo tanto, el entrenamiento aeróbico debe formar una parte esencial de la preparación para el juego competitivo.


Tabla 2.
 Promedio del VO2máx de jugadoras de Hockey de élite: sólo se incluyen los valores obtenidos en un test en cinta ergométrica.20


Hockey cesped


¿QUÉ ES EL HOCKEY SOBRE CÉSPED?
  



El hockey sobre césped o hockey sobre hierba es un deporte  en el que dos equipos rivales de once jugadores compiten para meter una pelota en la portería  del equipo contrario con la ayuda de una estaca o stick que permite controlar la pelota.

El objetivo consiste en marcar más goles que el equipo contrario al finalizar el tiempo de juego reglamentario.

El hockey está integrado por cuatro componentes principales la técnica, táctica, preparación fí­sica y cualidades psiquiátricas para la competencia.

La técnica implica el desarrollo coordinado de los movimientos del jugador y su seguridad en el manejo con el palo y la bocha.

La táctica comprende fundamentos, reglas y métodos del juego. Su esencia está dada por el empleo efectivo de los medios del juego y la lucha bajo constantes cambios de las situaciones del juego y su disputa con el contrincante.

La preparación fí­sica es el componente fí­sico del rendimiento de juego. Abarca todas las cualidades condicionantes y coordinadas que influyen de distinta manera sobre el rendimiento. Las exigencias fí­sicas son la velocidad, la agilidad y la resistencia especial.

Las cualidades psí­quicas para la competencia son reglas de conducta propias de cada jugador.

Posiciones tácticas


Las posiciones de los jugadores de hockey sirven para distribuirse eficazmente sobre el terreno. La velocidad de una bola o bocha es siempre superior a la del más rápido de los jugadores, por lo que el transporte por pases es más eficaz que el transporte personal.

Al igual que en el fútbol, el primer sistema usado fue el sistema inglés llamado "WM", donde los jugadores de campo todos menos el arquero o portero están distribuidos en los vértices de esas letras.

El portero o arquero puede jugar hasta las 25 yardas, pero solamente dentro del área tiene la posibilidad de usar sus privilegios especiales: impulsar la bola o bocha con los pies, y detenerla con los brazos. Por esa razón, y por el peso del equipo de protección que limita sus movimientos y su velocidad, habitualmente juega cerca del arco o porterí­a.

Las posiciones de defensa son, según el sistema de juego, defensores centrales (full-backs),defensores laterales (half-backs o "halfs"), "stopper" (defensor central adelantado) o "lí­bero" (último defensor central).

Las posiciones en el mediocampo varí­an según el sistema de juego. En el caso del antiguo sistema inglés, los mediocampistas son llamados "insides".

Las posiciones en el ataque dependen también del sistema de juego. En el viejo sistema inglés se llamaban "wings" (alas) a los atacantes por los laterales, y "centerforward" al atacante central.



Naturaleza del juego




El hockey está integrado por cuatro componentes principales: técnica, táctica, preparación física y cualidades psiquiátricas para la competencia.
La técnica implica el desarrollo coordinado de los movimientos del jugador y su seguridad en el manejo con el palo y la bocha.
La técnica es uno de los factores centrales del juego y es el rasgo decisivo de la capacidad del juego.
La técnica de este juego es complicada en relación a otros deportes y se adquiere después de un largo proceso de entrenamiento.
La táctica comprende fundamentos, reglas y métodos del juego. Su esencia está dada por el empleo efectivo de los medios del juego y la lucha bajo constantes cambios de las situaciones del juego y su disputa con el contrincante.
La preparación física es el componente físico del rendimiento de juego. Abarca todas las cualidades condicionantes y coordinadas que influyen de distinta manera sobre el rendimiento. Las exigencias físicas son la velocidad, la agilidad y la resistencia especial.
Las cualidades psíquicas para la competencia son reglas de conducta propias de cada jugador.




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