martes, 23 de octubre de 2012

Plan de entrenamiento Hockey

Entrenamiento 




Los datos acerca de los programas de entrenamiento más adecuados para el Hockey son escasos. Sin embargo el análisis de la literatura presentada en las secciones anteriores indica bastante claramente que hay una significativa contribución aeróbica al gasto energético en el Hockey sobre césped. Esto es evidente por los niveles de VO2máx alcanzados tanto por jugadores varones como mujeres (Reilly, 1990; Reilly y Bretherton, 1986; Rost, 1987; Withers et al, 1977) Por lo tanto, el entrenamiento debe reflejar la alta demanda aeróbica del juego de élite con gran énfasis en el desarrollo de la capacidad aeróbica. El aumento de la velocidad de movimiento requerido por la superficies sintéticas indicaría que la mayor parte del entrenamiento aeróbico necesita llevarse a cabo sobre distancias más cortas (5 a 9 km) a un ritmo elevado, o utilizando entrenamiento intervalado con repeticiones de 800 a 400 metros de alta intensidad. Cheetham y Williams (1987) observaron un incremento de 2.1 mL/kg/min en el VO2máx, luego de un programa de 6 semanas de 2 carreras rápidas (5 a 9 km) y dos sesiones de entrenamiento fraccionado (30 a 300 metros) por semana. 200.27.73.13
Además de la alta potencia aeróbica, el jugador de Hockey de élite también debe poseer una potencia anaeróbica significativa. El juego requiere esfuerzos frecuentes y de alta intensidad comprendiendo movimientos de aceleración y desaceleración, y giros. Por lo tanto una alta potencia máxima en las piernas es una parte importante del perfil fisiológico del jugador de alto nivel. Desafortunadamente, no se disponen de datos específicos sobre la efectividad de los entrenamientos de esprint para mejorar el tiempo de carrera. Sin embargo se ha observado que los jugadores varones de Hockey tienen perfiles similares de potencia de piernas que los futbolistas (Withers et al, 1977). Por eso, es probable que los programas de entrenamiento de velocidad, exitosamente utilizados por los futbolistas, sean también beneficiosos para los jugadores de Hockey. A éste respecto se ha observado que el uso de esprints cortos (30 metros), con partidas explosivas máximas más una relación trabajo:pausa de 1:5 mejoró la velocidad de carrera en futbolistas varones (Apor, 1988). Es probable que este estilo de entrenamiento también sea beneficioso para los jugadores de Hockey.

Gasto calórico 

La intensidad del programa de entrenamiento de los deportistas de élite está reflejada por los valores extraordinariamente elevados del gasto calórico diario. La ingestas calóricas de ciclistas, corredores de fondo, y lanzadores de bala podrían alcanzar 30 MJ/día (7000 kcal/día) para reponer los combustibles. Grafe (1971) consideró que una ingesta diaria de 23 MJ (5.600 kcal) era una provisión satisfactoria para los jugadores de Hockey sobre césped. Esta se refería a jugadores varones, e ingesta similares fueron aconsejadas para jugadores de Básquetbol y de Handbol. En vista de los programas de entrenamiento relativamente moderados de los jugadores en ese momento, estos valores pueden haber sobrestimado los requerimientos reales. 200.27.73.13
Valores más recientes dan una ingesta calórica real de 181 kJ/kg/día para jugadores varones de Hockey de élite. Para un individuo de 75 kg esto suma solamente 13.6 MJ (3.250 kcal). El valor fue inferior que para jugadores de Fútbol (192 kJ/kg/día) y de Waterpolo (194 kJ/kg/día). Los valores para las jugadoras fueron de 145 kJ/kg/día o 8.7 MJ (2.080 kcal) para una persona de 60 kg (Erp-Baart et al, 1989). Este valor fue levemente superior al observado en las jugadoras de Voleibol (140 kJ/kg/día) y de Handbol (142 kJ/kg/día). Estos valores fueron derivados a partir de encuestas alimentarias durante 4 a 7 días. Se ha reconocido que tales encuestas, a menudo, subestiman los requerimientos calóricos (Westerterp y Saris, 1991). 200.27.73.13
Los perfiles de actividad durante un período de 70 minutos no sugieren que las reservas de glucógeno muscular en los músculos de las piernas se vacíen al final del partido. En consecuencia, no parecen necesarios los protocolos de sobrecarga glucogénica como los utilizados en eventos de resistencia. Se puede hacer una excepción en el caso de competencias frecuentes durante torneos de Hockey, o después de sesiones de entrenamiento prolongado en campamentos deportivos. En éste caso, una dieta rica en carbohidratos para la reposición de las reservas glucogénicas resguardaría el hecho de comenzar competencias subsiguientes con inadecuadas reservas energéticas.


http://www.g-se.com/a/779/fisiologia-aplicada-al-hockey-sobre-cesped/

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